A cabecilla despierta, orgullo de su mamá El niño creció en su casa de adolescente quiere asomar Resbalando las veredas, el barrio lo encandiló Dando vueltas las esquinas tocó placeres, tocó dolor Se enamoró de la vida todos los días todas las noches Desayuno con las damas, la cena se la salteó Va caminando sin rumbo lleva la calma del vagabundo Pero dejando la vida, donde mande la ocasión Viejo divino ¿ dónde vas?
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